Templanza económica | Renace en la emancipación de los pueblos

14/03/2025.- Hace 142 años, dejó de pensar uno de los más grandes científicos sociales, el economista alemán Carlos Marx. Su ausencia física no impide que otros pensadores continúen expandiendo el acervo del socialismo científico. Parte de ese acervo es la dialéctica como método de investigación, siendo la abstracción para las ciencias sociales el equivalente al uso del microscopio para las ciencias naturales, según expresa en su “Contribución a la crítica de la Economía Política”.

En la columna de hoy, cito y comento una pieza magistral de la síntesis oratoria, el discurso de Engels de 1883 en el lugar de reposo de los restos mortales del intelectual:

"El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas lo habíamos dejado solo dos minutos, y cuando volvimos lo encontramos en su sillón, dormido… para siempre. Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este hombre”.

Carlos Marx renace en la emancipación política de los pueblos y en cada conquista del conocimiento para el bienestar de la sociedad, porque fue un:

“Convencido de que la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria”.

Indudablemente Marx era un revolucionario integral que buscaba:

“Contribuir, de un modo u otro, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quien él, por primera vez, había dado conciencia de su propia situación y de sus necesidades, conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos han luchado”.

Engels compara el legado del filósofo descrito en el texto “La ideología alemana” escrito por ambos:

"Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana”.

Esto es, el hombre necesita cubrir socialmente las necesidades materiales básicas para sostener y reproducir su existencia para luego madurar el entramado sociopolítico según el grado de avance de la sociedad. En palabras del amigo y mentor del pensador:

“El hombre [y la mujer] necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y con ello la fase de desarrollo económico de un pueblo o de una época, constituyen la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas”.

Continúa puntualizando el segundo gran aporte de Marx:

"Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas”.

Concluye valorando dichos aportes:

"Dos descubrimientos como estos deberían haber bastado para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan solo uno de ellos ya puede considerarse feliz. Pero Marx no se detuvo en ningún campo de investigación, y en cada uno de ellos, incluso en el de las matemáticas, hizo descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Por puro que fuese el goce que pudiera procurarle un nuevo descubrimiento en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía vislumbrarse todavía, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente un influjo revolucionario sobre la industria y el desarrollo histórico en general”.

El legado de Carlos Marx ubica su nombre más allá de su tiempo, tanto en su obra, como en la prolífica andanada intelectual que la amplía. Mas, se perpetuará su praxis en las conquistas de los excluidos de la tierra, en las luchas por una sociedad verdaderamente justa, equitativa y próspera, por la cual señaló en la última línea del Manifiesto comunista: “Proletarios del mundo, ¡Uníos!

Marcial Arenas

 

 


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