Libros libres | Armando José Sequera, fabulador

Un hombre que siempre está buscando algo amable o positivo que contar

Me produjo una grata sorpresa enterarme de que nuestro escritor Armando José Sequera era el homenajeado este año en la Feria del Libro de Caracas. Allá me lo encontré al lado de su esposa, desayunando en el hotel.

¡Se lo merece! Desde los años 70 del siglo XX, Armando ha venido publicando una serie de libros que lo señalan como a uno de nuestros principales narradores, una de nuestras personalidades más afables y particulares.

De los primeros libros que recuerdo de Armando se halla uno con el largo título de Me pareció que volaba por el espacio como una hoja muerta (1977), de cuando compartimos espacios en el viejo Celarg; al cual siguieron Cuatro extremos de una soga (1980), Evitarle malos pasos a la gente (1982), Alegato contra el automóvil (1985), Escena de un spaghetti  western (1986) y Cuando se me pase la muerte (1987), libros que en aquellos años guardaron relación con el auge de la narrativa breve que se estaba consolidando en el país, junto a un grupo de escritores donde se contaban a Alfredo Armas Alfonzo, Luis Britto García, Gabriel Jiménez Emán y J. G. Bello Porras.

Después, Armando continuó en esa línea hasta ver culminada La comedia urbana (2002) y un buen número de libros donde sobresalen cuentos para niños, los cuales han sido editados en importantes editoriales venezolanas y extranjeras, y merecedor de un número importante de premios, entre ellos el premio Casa de las Américas.

Además de ello, Armando creó una editorial donde publica libros digitales gratuitos, Caravasar, cuyo único objeto es la divulgación de la buena literatura.

Su actividad como periodista y editor es muy conocida (mantiene en Ciudad Caracas la columna «Micrónicas»), suele dictar charlas y conferencias en centros educativos, y todo lo hace con una elevada conciencia de la belleza y una alegría literalmente abismales.

Su calma y parsimonia para hablar y exponer, su delicado sentido del humor, su honestidad intelectual y una paz inmanente que suele protegerlo cada vez que habla, lo convierten en una de las personas relevantes de nuestra cultura, y en un hombre que siempre está buscando algo amable o positivo que contar, impregnando de una pizca de humor a cuanto dice.

Tengo ahora en mis manos Crónicas de belleza, ternura y uno que otro milagro (2022), editada por Fundarte, presentada en la Feria del Libro de Caracas en el mes de agosto, y en ella nos ofrece, una vez más, en un conjunto de dieciséis piezas, textos donde pueden apreciarse algunos de sus mejores aciertos: exposición argumental diáfana, humor benigno tocado con una pizca de inteligencia, lentitud morosa en el tono narrativo, todo en la busca de comprender la azarosa naturaleza humana. En estas crónicas, creo yo, Armando José Sequera ha alcanzado algunas de las mejores piezas literarias de toda su trayectoria, razón por la cual las recomiendo ampliamente a los lectores.

 

Gabriel Jiménez Emán

 


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