Estoy almado | La audiencia en la CIJ

06/04/2024.- Este lunes 8 de abril, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, la Exxon Mobil intentará avanzar en su plan para robarse las riquezas petroleras en la Guayana Esequiba. Está fijada una audiencia donde la transnacional busca romper definitivamente la tradición histórica del Acuerdo de Ginebra, en el que tanto Venezuela como Guyana apostaban a buscar una solución consensuada a la controversia territorial mediante el diálogo y paz, y sin la injerencia de terceros. 

El proceso en curso en la CIJ viola el derecho internacional: ninguna disposición de la Carta de Naciones Unidas autoriza a este órgano a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni los obliga a someter asuntos territoriales a procedimientos de arreglo.  

Además, hay que subrayar que Venezuela posee una doctrina histórica de no someter a la decisión de terceros el arreglo de controversias relacionadas con sus intereses vitales, tales como su independencia e integridad territorial. 

Entonces, lo que está pasando con la demanda unilateral en la CIJ contra Venezuela es la continuación del viejo monroísmo de EE. UU. para apropiarse de las riquezas petroleras, esta vez utilizando la Exxon Mobil y el Gobierno de Guyana.

Hay que recordar que al inicio del siglo XXI, la Exxon Mobil andaba de amores con Venezuela; ni siquiera exploraba en el mar territorial de la Guayana Esequiba porque extraía petróleo con condiciones favorables en lo que es hoy la Faja Petrolífera del Orinoco.

Pero en el 2007, la Exxon se retiró de la Faja al desconocer la decisión soberana de Venezuela de asumir la mayoría accionaria en los proyectos y tras el aumento de la tasa de regalías a las transnacionales. De hecho, la transnacional se fue del país demandando a Venezuela por supuesta expropiación de sus activos energéticos, a sabiendas de que nada de lo que estaba en suelo venezolano le pertenecía. 

¿Que cómo fue que la Exxon se nos metió por el Esequibo? Es cierto que Guyana la autorizó, pero todo fue parte de un plan. 

Para apropiarse ilícitamente del petróleo en el mar por delimitar en la Guayana Esequiba, el presidente de Exxon Mobil, Rex Tillerson, se reunió en la ONU en septiembre de 2015 con el presidente de Guyana, David Granger, para planear una estrategia contra Venezuela. 

La estrategia consistió en romper la tradición histórica del Acuerdo de Ginebra, presionando a la ONU para llevar la disputa a la CIJ con apoyo del Departamento de Estado de EE. UU.

En febrero de 2017, el expresidente Donald Trump nombró a Tillerson jefe de la diplomacia exterior de EE. UU., quien aceleró el plan monroísta de llevar a Venezuela a la Corte Internacional de Justicia. 

Y en enero de 2018, el nuevo secretario de la ONU, António Gutérres, continuó el plan que comenzó con Ban Ki Moon, notificando a Venezuela que la disputa por la Guayana Esequiba pasaría a la Corte Internacional de Justicia.

Servida la mesa a favor de la Exxon, el 30 de marzo de 2018, Guyana interpuso formalmente una demanda en la Corte Internacional de La Haya para llevar unilateralmente la disputa territorial sobre la Guayana Esequiba. 

Por si fuera poco, antes de remitir el caso a la Corte, la Exxon Mobil pagó 18 millones de dólares por adelantado para financiar el plan monroísta contra Venezuela. La transnacional sabía lo que venía. Y aunque el Gobierno guyanés lo negó durante meses, el exministro de Recursos naturales de Guyana, Raphael Trotman, lo confirmó a la prensa. 

Venezuela ha reiterado que no reconoce la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para solucionar la disputa territorial con Guyana. 

Esta posición histórica fue plasmada en el artículo 6 de la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, promulgada recientemente por el presidente Nicolás Maduro. 

Sería pertinente empezar a hablar en las escuelas sobre la Guayana Esequiba y pregonar conciencia sobre el estado número 24 del país. No solo se trata de mostrar un mapa de Venezuela toda. También es imperante que el tema empiece a ser parte del contenido de nuestra historia nacional. 

 

Manuel Palma 


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