Fisio en acción | Atentos a la caída de un adulto mayor

05/05/2024.- La mayoría de los adultos mayores temen sufrir una caída, porque esto afecta significativamente su calidad de vida haciéndolos perder la confianza en sí mismos y hasta su independencia. Afortunadamente existen medidas para superar los temores y reducir el riesgo de esas caídas. El reconocer las causas puede ser de gran importancia para la prevención.

Muchos de esta población mayor no comunican sus caídas porque creen erróneamente que caerse forma parte del envejecimiento normal o temen que sus actividades sean restringidas o que sean ingresados en una institución, sin embargo, es importante que informen a familiares o cuidadores para verificar si no sufrieron algún tipo de lesión de importancia para luego hacer la intervención oportuna y efectiva con el profesional pertinente.

Varios factores como afecciones físicas que alteran la movilidad o el equilibrio, el uso de ciertos medicamentos, peligros ambientales, situaciones potencialmente peligrosas solo por mencionar algunas, generan un alto porcentaje de riesgo para que un adulto mayor se caiga. Probablemente, el estado físico tiene un efecto más importante sobre el riesgo de caídas que el entorno y las situaciones peligrosas (piso irregular, iluminación inadecuada etc.).

Ahora bien, las condiciones físicas que aumentan el riesgo de caídas son el equilibrio o el caminar, la visión, la sensibilidad en especial en los pies, la fuerza muscular, las capacidades cognitivas, la tensión arterial o la frecuencia cardíaca.

Por ejemplo, la pérdida de fuerza muscular puede impedir que los adultos mayores mantengan o recuperen el equilibrio cuando pisan una superficie irregular o se golpean, pues, a medida que envejecemos la capacidad de calibrar la separación entre los objetos se reduce y quizás tambien necesitemos una luz más brillante para ver bien, por otro lado, el deterioro cognitivo puede impedir que los adultos mayores recuerden tomar medidas de seguridad al caminar (agarrarse de una baranda al subir o bajar escaleras, aferrarse), la presión arterial baja o los latidos cardíacos lentos pueden causar mareos o pérdida de la consciencia. Después de una caída, es muy común que la persona sufra una lesión, esta será más grave mientras más edad, las lesiones más graves incluyen fracturas de cadera, brazo, muñeca y traumatismos craneoencefálicos.

Las complicaciones más comunes poscaídas son la deshidratación, rabdomiólisis (degradación muscular que puede conducir a daño o insuficiencia renal) neumonía, hipotermia, úlceras por presión o escaras.

Existen muchísimas recomendaciones enfocadas en la prevención de caídas en nuestros adultos mayores lo importante es que todas van en dirección al tratamiento médico adecuado al momento de producirse, en reducir los factores de riesgo como la falta de movimiento, una mala alimentación, mantener la comunicación, la lectura y actividades en donde el cerebro se mantenga activo para evitar su deterioro, y por sobre todo la vigilancia y la confianza que podemos otorgarle para que vivan su proceso de envejecimiento de la mejor manera.

Ydalmis Bravo 

 

 

 

 

 

 


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