26/07/24.- Amaneció completamente nublado y lluvioso este día de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos París 2024. Luego pasó la lluvia, no así las nubes, por lo que el día se mantuvo muy fresco.

Desde muy temprano turistas vestidos con indumentarias de distintas tonalidades comenzaron a colmar los restaurantes para desayunar sus croissant y crepes con chocolate, mientras consultaban la aplicación oficial de los juegos para ubicar pronto la estación del metro o el autobús que debían tomar para localizar rápidamente la zona que habían comprado con mucha antelación para ver esta original inauguración, en la cual las delegaciones de atletas desfilarían sobre embarcaciones a lo largo del río Sena, que rodea la isla de París.

La ceremonia estaba prevista para las 7.30 de la noche, hora local, que en esta época de verano cuando oscurece como a las 10 pm, garantizaba una celebración totalmente a la luz natural. Desde las 4 de la tarde, por los distintos accesos comenzaron a formarse las colas para el ingreso a las distintas gradas organizadas alrededor del famoso río.

Muchos agentes de seguridad y voluntarios orientaban a los asistentes.

A la zona F2 le servía de acceso el reconocido Boulevard Saint Germain, repleto de tiendas de las más famosas marcas de ropa, perfumes y maquillaje.

Mientras avanzaba la cola, cuan Torre de Babel, los distintos idiomas se escuchaban en derredor y los periodistas de los distintos medios audiovisuales ubicaban fanáticos ataviados con franelas y gorras alusivas a los juegos para obtener sus impresiones.

A las 4:49, una pequeña garúa dio el primer aviso, pero el entusiasmo era tal que todos esperaban ansiosos el tiempo que restaba para el inicio de la ceremonia.

Las gradas estaban ubicadas a un lado del trazado del río y del otro inmensas pantallas mostraban la antesala de la jornada.

Poco a poco se fueron llenando los espacios y, justo al iniciar la ceremonia, cuan invitada también, apareció la lluvia.

Algunos asistentes precavidos tenían ponchos que los protegían, pero la inmensa mayoría asimiló el chubasco íntegro.

La novedosa ceremonia de apertura de los juegos combinó el desfile lacustre de las delegaciones de atletas, con una variada muestra artística y cultural desde distintos espacios de la ciudad. A pesar de la mojada, el público no dejó de aplaudir y arengar a ninguna delegación y la multitud esperó empapada el tradicional encendido de la antorcha.

Casi no hubo quien no se mojó tras las cuatro horas que duró la ceremonia, quizás solo las altas autoridades, porque, incluso los deportistas que hicieron el recorrido para encender el pebetero llevaron lo suyo.

Aunque temblando y cansados, todo el mundo celebró el encendido de la llama olímpica y muy probablemente salieron acelerados a quitarse la ropa mojada, tomar un buen baño caliente e ingerir una buena infusión en precaución de un resfriado, porque hay que tener salud y buena disposición para disfrutar por dos semanas a los mejores atletas del mundo.

FRANCIS ZAMBRANO ESPINOZA/ CIUDAD CCS