03/10/2024.- Escuchar los temas El Todopoderoso y Vamos a reír un poco en la voz del cantante de los cantantes, Héctor Lavoe, es una experiencia musical realmente sabrosa. Sin embargo, probablemente algunas personas desconocen que estos temas fueron compuestos y grabados previamente por uno de los soneros más importantes de nuestro país, el gran Perucho Torcat. La historia de Perucho y en particular de estos dos temas resultan más que interesante.

Hablar de Perucho Torcat nos lleva directamente a esa extraordinaria orquesta venezolana, creada y dirigida por el maestro Ramón “Ray” Pérez, Los Dementes, con la cual se catapultó nacional e internacionalmente.

Recordemos que Los Dementes fue la primera agrupación venezolana que grabó con el sello Fania Records. Fueron cuatro discos entre 1976 y 1978: Mi deuda de amor, Estamos en guerra, Yo soy el propio guaguancó y Chévere. No obstante, estos discos se comenzaron a grabar cuatro años después de la misteriosa y temprana muerte de Torcat en 1972, en Nueva York, a sus 25 años de edad.

Perucho comenzó a tocar con Ray Pérez y juntos dan vida a Los Dementes en 1967. Tenía un extraordinario talento para cantar, bailar y componer. Estas capacidades lo llevaron a consolidarse como uno de los mejores frontman de su época en la escena salsera local caraqueña. Sabiéndose poseedor de estas cualidades, decide internacionalizar su trabajo y en abril de 1969 viaja a Nueva York. Ray Barreto y su orquesta habían tocado en los Carnavales de Caracas ese mismo año alternado con Los Dementes, y allí formaron amistad con el gran Perucho. Este hecho le abrió las puertas de “La babel de hierro”.

Una vez en la Gran Manzana, Perucho, comienza a trabajar con Ray Barreto, Tito Puente, Eddie Palmieri y Richie Ray, en buenos conciertos en importantes clubes de la ciudad. Con músicos de la orquesta de Barreto, algunos de la orquesta de Eddie Palmieri y bajo la dirección de Richie Ray, ese mismo año, graba dos temas en un disco de 45 rpm: Acere bongó y Voy a reír un poco, que se incluyeron en un LP para el sello Fonseca llamado: Homenaje a Perucho en Nueva York. El álbum sale a la venta en 1970 y aunque en realidad no fue un gran éxito comercial, podemos escuchar en él el famoso tema, de autoría de Torcat en colaboración con otro cantante venezolano, Ricardo Quintero, también integrante del Grupo Madera, llamado Voy a reír un poco; el cual fue versionado por Héctor Lavoe seis años más tarde en su disco De ti depende. La disquera Fania no mencionó a los autores ni les pagó regalías por el éxito del tema versionado por Lavoe. Lo mismo sucedió con el tema El Todopoderoso.

Resulta que a finales de 1970, Perucho regresa a Venezuela y vuelve a grabar con Ray Pérez y Los Dementes dos LP: Perucho y el loco Ray y They do it, en 1971. Ese mismo año, graba como solista otro 45 rpm, para el sello Velvet, con dos temas: La paz y El Todopoderoso. Este último con arreglos de Ignacio Navarro. Cuenta Navarro, que una mañana Perucho tocó la puerta de su casa y le cantó un tema que acababa de componer. Ignacio, que venía de tocar y prácticamente se acababa de acostar, le sugirió que viniese al día siguiente, a lo que Perucho contestó: “Tiene que ser hoy, porque si no se me olvida”… qué ironía del destino… ¿A quién se le olvida esa obra maestra de la música latina? ese coro que nos recuerda la magnanimidad del ser supremo y nos hace bailar y cantar con los ojos cerrados desde lo más profundo de nuestro corazón. Finalmente, Ignacio accede y hacen los arreglos para el tema ese mismo día y pasadas algunas semanas lo graban. Por cierto, esa fue la última canción que grabó Perucho.

La mafia de la Fania Recrodrs

Antes de zambullirnos en aguas profundas, debemos tener en cuenta que la música y los músicos que grabaron para o con el sello Fania son realmente admirables, extraordinarios y de primer orden, otra cosa resultan quienes manejaban los negocios de dicha empresa. No quiero ni mencionarlos, pero el que sabe, sabe…

El tema El Todopoderoso fue grabado por Héctor Lavoe en su primer álbum como solista: La voz, en 1975, producido y arreglado por Willie Colón, a quienes se les atribuye la autoría de la canción desechando y tirando por la borda el legado y genialidad de nuestro admirado Perucho Torcat. Quiero seguir creyendo que ni Willie ni Héctor formaron parte de este plagio.

Algunos se preguntarán leyendo estas líneas: ¿Cómo se le da crédito? O ¿Cómo se le paga regalías a un difunto? Las respuestas resultan más sencillas de lo que parecen. Dar crédito o mencionar al compositor original de un tema enriquece la historia, la hace veraz. Por otra parte, las regalías pueden y deben ser cobradas por los herederos del autor o autores.

Fania Records jamás pagó ni medio dólar a los sobrevivientes de Perucho Torcat, en este caso, su madre, que murió en situación de pobreza, ni a los de Ricardo Quintero. Esto dice mucho y habla poco de la mano negra que manejaba los truculentos negocios del exitoso sello disquero.

Debo aclarar que estas líneas no pretenden ser parte de un juicio, sin embargo, intentan acercarse a la ecuanimidad y a la verdad.

Kike Gavilán