Hablemos de eso | Reunión del G-20

Biden en la selva y el reloj del Apocalipsis

24/11/2024.- El grupo de los 20 (G-20) reúne a las mayores economías del mundo. Curiosamente son 19 países, pues el integrante número 20 es la Unión Europea. Lo constituyen: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía. Como puede verse una mezcla variopinta donde se incluye a varios miembros de los Brics. Sin embargo, cada manera de juntarse trae consecuencias distintas

El G-20 reúne a países que, en conjunto, representan el 85% de la economía mundial, dos tercios de la población y 75% del comercio mundial. Este año la reunión del G-20 fue en Río de Janeiro, Brasil. Si se leen algunas de las conclusiones de la reunión del G-20, uno podría salir rebosante de optimismo: en la declaración final se incluyen compromisos vinculados con Inclusión social, lucha contra el hambre y la pobreza; apoyo al gravamen a los multimillonarios; medidas para la transición energética; reforma de la gobernanza mundial y rapidez en la acción climática. “Además, por primera vez en la historia del foro, el grupo se compromete a movilizar recursos para el saneamiento básico y el acceso al agua potable y presenta la lucha contra el racismo y la promoción de la igualdad racial”, según indica el boletín de prensa del grupo.

Luis Inacio Lula Da Silva, presidente saliente del G-20, se muestra feliz en las fotografías, aunque declara que: “somos conscientes de que solo hemos arañado la superficie de los profundos desafíos que el mundo tiene que enfrentar". Una superficie que, como cabe esperar, se disuelve en los discursos.

Mientras, en el mundo real, el señor Joe Biden, ya de despedida de la presidencia, visita “la selva” como parte de su agenda durante la cumbre. En ese contexto declara que Estados Unidos ha autorizado a Ucrania el uso de proyectiles de largo alcance para atacar territorio ruso. Se despide y sale de escena hundiéndose en la vegetación, sin responder preguntas.

Estados Unidos había postergado esa autorización, pese a los ruegos desesperados de Zelensky, “para evitar una confrontación directa con Rusia”. La guerra en Ucrania sin embargo no ha sido otra cosa que una guerra de la OTAN contra Rusia. Sólo que Estados Unidos no ha querido poner los muertos.

Zelensky fue “notablemente mesurado en su reacción”, según dice Los Angeles Times. Pero poco después, Ucrania disparó seis misiles Atacms contra la región rusa de Bryansk. Las autoridades rusas informaron que cinco de esos misiles fueron interceptados y el último “inutilizado”. Pero ya el presidente Putin había declarado que cualquier ataque contra territorio ruso con apoyo de Estados Unidos o sus aliados sería considerado como una declaración de guerra o, más precisamente: “la guerra pasaría a otro estado”. En ese contexto no está descartado el uso de armas nucleares.

El miércoles 20, swissinfo.ch informa que Ucrania usó misiles británicos Storm Shadows de largo alcance contra territorio ruso con autorización de Londres. No se cansan y como necesitan de la guerra, para garantizar su dominación, para alimentar su industria armamentista y para drenar su crisis económica estructural, no se detienen en detalles. La escalada está en pleno desarrollo y, como explicaba Putin, ninguno de esos cohetes puede usarse sin participación directa de tropas y apoyo satelital de Estados Unidos o Gran Bretaña.

China y varios países latinoamericanos han llamado a detener la escalada.

El Reloj del Apocalipsis (también llamado Reloj del Juicio Final) es un reloj simbólico, mantenido desde 1947 por el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago. La medianoche, las 12, marcarían la destrucción total y catastrófica de la especie humana. El riesgo se indica por la aproximación del reloj a esa medianoche. En 2018 marcaba tres minutos para las 12. En enero de 2023 se adelantó y empezó a marcar 90 segundos antes de medianoche. No sé si lo adelantaron otro poco por los últimos sucesos.

Con una referencia a ese reloj comienza una charla vía web, de la admirada compañera Katya Colmenares, filósofa mexicana, quien afirma la validez de plantearse el cuestionamiento de la modernidad capitalista, incluso en tiempos de urgencia, pues es esta civilización basada en una instrumentalización de la vida. A esa civilización del egoísmo y la racionalidad competitiva, que contempla al otro y a la otra como enemigo potencial, se le deben también las culturas de la indiferencia y de la impotencia. La que afincando el interés individual nos hace olvidar que todos dependemos de todos y acostumbra a hacerse los locos frente al mal ajeno, y nos empuja a representarnos en una soledad impotente.

Porque la defensa de la solidaridad y de la posibilidad de reconstruirnos en solidaridad es tema y práctica urgente justo en tiempos de guerra, llamándonos a la resistencia amorosa y a la lucha por la vida.

Humberto González Silva 


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