Memorias de un escuálido en decadencia | Encuesta

10/05/2024.- ¡Y tú, ¿con quién te encuestas?! Este peo de las encuestas tiene confundidos a un gran porcentaje de compañeros que están creyendo en que Pablo le dio con un palo a Paula. En las encuestas que estamos pagando nosotros, que son que jode, aparecemos triplicando en votos al nuevo dictador, en cambio, en las encuestas que paga la dictadura, se ponen a ganar pero no con muchos votos, lo que quiere decir que son más serios que nosotros que nos la pasamos exagerando toda vaina. Visto los números así, la gente va a creer más en las encuestas de la dictadura que en las nuestras, porque también nosotros tenemos experiencia exagerando.

Pusimos a ganar en las primarias a punto de palo, palito, palo es, es decir, que contamos los votos con palitos, a la niña más malcriada del country. Y sin ninguna vergüenza, que eso no tenemos, le dimos más de dos millones de votos, tanto, que todavía el candidato adeco de Espoleta Allup anda llorando su inscripción en esa vaina. Así que, mintiendo nadie nos va a engañar a nosotros, que desde que nos vimos, mintiéndonos estamos.

También es verdad que el señor encuestólogo de la dictadura, tiene que ser de la dictadura, porque no solo pone a ganar al dictador, sino que le acredita un montón de vainas que según él no tenemos nosotros. Habla de programa, de entusiasmo, de planificación, de empatía política, de serenidad y cordialidad con la audiencia, y otro montón de ventajas que por lo visto no tenemos, porque claro, lo único que tenemos es unas ganas inmensas de agarrar el poder y hacer lo que nos dé la gana y lo que mucha gente sabe: robar y robar. Hay otras encuestas que tienen analistas que salen a venderse en X o Twitter, proponiendo conversaciones y otro tipo de vainas para contestarle a la gente, y ahí tratan de ser sinceros, pero se le nota que nos están apoyando a nosotros y así se jode la vaina, porque a veces se entusiasman y dicen que nuestro candidato, estoy hablando de Edmundo –Clandestino– González, porque todo el mundo sabe que son como ocho o nueve candidatos de oposición, tiene la fortaleza de Charles Chaplin para vencer con sus debilidades. Así lo dicen. Que de paso, comparar a nuestro candidato con Chaplin ya es un error del carajo, porque Chaplin tenía talento, y Edmundo –Clandestino– González nos tiene a nosotros que nos queremos tanto y más nada.

También hay gente que no cree en encuestas, como el fracasado de Roberto Malaver que dice que en la única encuesta que cree es en la que dice que de cada cien personas que nacen, esas cien personas se mueren. ¡Qué bolas! En esa creemos todos. Y nadie la paga, es gratis. En cambio estamos los que creemos que la encuesta es un arma para ganar elecciones. Si todos los días ves una encuesta que da ganador a Edmundo –Clandestino– González no le vas a creer un carajo, pero si la sacas de vez en cuando y como quien no quiere la cosa, de repente comienza a cambiar el panorama. Así nos lo enseñó Joe Napolitán cuando lo trajimos a Venezuela en las elecciones de 1973. Ahí llamamos a la gente de Gallup, y por primera vez se utilizó ese peo de las encuestas en las elecciones en este país, mi país, tu país. Fíjense que les estoy dando un dato del carajo, para que vean que no es verdad eso que dicen los chavistas, que nosotros no leemos ni sabemos un carajo de nada. El otro asesor era David Garth, quien vino para Copei, pero le dimos palo cochinero con Carlos Andrés I.

El papá de Margot llegó de la calle preguntando: “¿Y este Edmundo no sale a la calle, no dice un carajo?, quien habla por él es la niña malcriada del Country. Cómo carajo vamos a ganar así, con un candidato mudo y con un pasado tan escondido que no sabemos sino que fue diplomático y embajador, mejor hubiésemos puesto a Corina Yoris, que era académica y filósofa de verdad, no como Rosales, que es un fake news”. Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: “Vas a tumbar el edificio, muérgano”.

—Que me sirvan  otra copa y muchas más –me canta Margot.


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