Punto de quiebre | Motorizado salvó la vida de puro milagro

Terrible accidente en la autopista por imprudencia de un conductor ebrio

10/02/2024.- Danny Alexander yace en una cama metálica del hospital Miguel Pérez Carreño, ubicado en la urbanización La Yaguara, al oeste de Caracas. Tiene moretones en toda la cara, el pecho y el abdomen. Una de sus piernas está enyesada y se la pusieron en alto. A uno de sus brazos también le colocaron yeso desde el hombro. Aún no le permiten visitas. Otras tres personas yacen hospitalizadas allí en emergencia. A uno lo operaron ayer en la tarde de una peritonitis y a otro lo trajeron en la madrugada con tres balazos en el cuerpo. No sé qué le pasó a la otra persona, pero pasó toda la noche quejándose de un dolor, que no sé bien dónde es que le dolía, pero, como los médicos no le pararon mucha bola, nosotros nos tuvimos que calar ese macán toda la noche. Se vino quedando dormido como a las seis de la mañana, y no habían pasado ni diez minutos cuando los médicos lo despertaron dizque para preguntarle cómo había pasado la noche.

Dicen que a Danny Alexander lo van a pasar para arriba, para traumatología, y allí lo dejarán hospitalizado por varios días, porque de verdad que está bien malito. No sé cómo era antes del accidente que dicen que tuvo, pero lo que sí es cierto es que ahorita está bien feíto para la foto, el pobre. Menos mal que Dios no se lo quiso llevar y allí está él, con su cuerpo todo magulladito, luchando por su vida.

Danny Alexander es uno de los que más tiene visitas. A cada rato se colea y entra a la sala alguien diferente; hasta unas viejitas han logrado burlar la vigilancia y han entrado para ver cómo sigue. Anoche se metieron tres chamos y me dio rabia porque lo que estaban pendientes de tomarse selfies con el pobre Danny Alexander.

 

Cruento accidente

Juan Luis y su esposa regresaban aquella noche en su auto. Habían ido a visitar a la mamá de él en El Valle. Venía poquito a poco por el canal lento. Casi no había autos a esa hora, por la ruta que conduce al barrio El Cementerio desde El Valle. De pronto, él y su esposa no pudieron creer lo que estaban viendo: en la autopista, en sentido contrario, o sea, de donde vienen los autos de El Cementerio hasta El Valle, iba un carro por el canal rápido, avanzando lentamente y con las luces de emergencia activadas.

Varios conductores que venían esmachetados tuvieron tiempo de ver el auto que se les venía encima y tuvieron tiempo de esquivarlo. Varias mentadas de madre quedaron flotando en la vía. Una camioneta apenas si tuvo tiempo de virar hacia la derecha y pasó a escasos centímetros del vehículo, que era un Honda Civic de color plateado, matrícula MBD 664, pero ni aun por esos sustos, que a juro debió haber pasado el conductor, el hombre reaccionó e intentó orillarse y tratar de devolverse. Continuó su camino, mientras su irresponsable y criminal accionar era grabado por la cámara del celular de Juan José y su esposa, quienes temían que en cualquier momento pudiese ocurrir lo peor.

Lo peor ocurrió precisamente a escasos metros de la entrada del túnel. Una moto se desplazaba legal por su respectivo canal y cuando salió del túnel se encontró de frente con aquel auto plateado. Todo ocurrió en cuestión de microsegundos. No tuvo tiempo de maldecir, mentalarle la madre al chofer o encomendarse a Dios. Su cuerpo salió disparado por el aire, mientras la moto se partió como en tres pedazos por el impacto.

Se dice que cuando llegaron las autoridades lo único bueno que hicieron fue llamar para que mandaran una ambulancia que trasladara a Danny Alexander Villegas, de 40 años de edad, hasta el hospital Miguel Pérez Carreño. De resto, se habla de que conspiraron para defender al conductor del auto y permitirle que se diera a la fuga. La buena suerte, sin embargo, no le costó mucho al responsable porque ya lo pescaron. Resultó ser un muchacho, hijo del dueño del auto, quien esa madrugada conducía en estado de ebriedad.

Danny Alexander permanece recluido en el área de emergencia del hospital. Aún permanece dormido. Lo más seguro es que cuando abra los ojos no sepa ni dónde está ni cómo llegó allí y millas de imágenes comenzarán a invadir sus pensamientos. Mirará el Honda Civil volando hacia él, cuyo conductor, con un largo traje de color negro con capuchón y provisto con una hoz larga, ríe a carcajadas de manera estruendosa mientras muestra unos dientes largos, afilados y manchados como de nicotina.

Una de las piernas de Danny Alexander fue levantada con una polea especial y mantenida en alto con unas pesitas, a fin de que el fémur pueda soldar. La otra pierna está toda magullada y presenta raspones y moretones por doquier. El brazo derecho está enyesado desde el hombro. El otro está morado y tiene como tres heridas visibles.

Importante es que haya salvado la vida. Es un verdadero milagro.

Definitivamente, no era su día. Es difícil ver el video y pensar que allí pudo haber salvado la vida el motorizado. Lo bueno es que el impacto no le afectó los órganos vitales. "Aparte del brazo y la pierna, tiene tres costillas fracturadas, pero lo demás son raspones, heridas pequeñas y traumatismos que irán sanando con el paso de los días", alcanzó a decir uno de los médicos de traumatología a uno de sus colegas cuando tomaban café en el cafetín del hospital.

Wilmer Poleo Zerpa

 

Wilmer Poleo Zerpa


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