Fisio en acción | La quiropraxia puede ser peligrosa, pero milagrosa
17/11/2024.- Entre las distintas alternativas existentes para el tratamiento de lesiones en la columna vertebral está una que por mucho tiempo ha sido cuestionada y la han catalogado de poca evidencia científica, sin embargo, con el paso de los años la practica de la misma ha hecho que los resultados basados en la evidencia cambien de manera positiva el concepto acerca de su ejecución y sus aportes a la salud.
Les hablo de la quiropraxia, originada en el año 1895. Su nombre viene de la palabra griega que significa "hecho manualmente". La desarrolló un curandero que quería lograr la sanación de distintas patologías sin el uso de fármacos, haciendo estudios de la columna vertebral y la manipulación de la misma con las manos. Así fundó también una escuela para la formación de profesionales en esa área.
La quiropraxia aporta múltiples beneficios, entre ellos tenemos: alivio de dolor de espalda, mejoría considerable y a veces definitiva de cefaleas o dolor de cabeza y cuello. Es una de las alternativas preferidas para el tratamiento del dolor de espalda crónico y reduce la dependencia al consumo de analgésicos, ayuda a mejorar la postura corporal, restableciendo la alineación normal de la columna.
También libera los bloqueos articulares al eliminar la presión sobre los nervios y generando alivio del dolor, reduce la probabilidad de sufrir contracturas musculares que son causales principales de los dolores de espalda, favorece el rendimiento físico. Esta práctica puede aplicarse a cualquier deporte, ya que ayuda a mejorar el tono muscular y la resistencia.
La quiropraxia también tiene contraindicaciones, las mismas están relacionadas con la manipulación incorrecta de un personal no calificado. Entre las lesiones más comunes provocadas están el daño arterial ocasionado por fisuras en su pared, el desprendimiento de un trombo o coágulo, que puede ocasionar, en el peor de los casos, un accidente cerebrovascular.
En casos de osteoporosis, cáncer de la columna vertebral, entumecimiento, hormigueo o pérdida de fuerza en un brazo o pierna, pacientes con trastornos circulatorios comprobados o con riesgo de presentar accidentes cardiovasculares no debe recibir tratamientos con quiropraxia. En la actualidad los quiroprácticos combinan el tratamiento con fisioterapia para complementar los resultados.
Ydalmis Bravo