Al derecho y al revés | El acuerdo y la educación
Es curioso como podría serlo encontrar un velociraptor en el zoológico de Caricuao, que unos personajes curtidos en décadas politiqueando, tiempo en el que aprendieron a saquear desde la oposición los haberes de la nación, a los que se les ha enseñado técnicamente la manera como el CNE cuenta los votos –la más segura y moderna del planeta–, que tienen el derecho a nombrar representantes en las mesas y que al menos siguen monopolizando radios privadas… insistan en que les pueden hacer fraude.
Fraude sería más bien que a la jefa del EGU no la hubieran inhabilitado ,como habría sido en cualquier país del orbe, en caso de llamados a invasiones extranjeras, a que desconozcan a las autoridades legítimas del país, y haya ayudado a que al mequetrefe interino le hayan puesto a administraros bienes de la república, ahora desaparecidos, sin otro resultado que los Guaidó y sus compinches repentinamente se han hecho inmensamente ricos sin trabajar.
Pero pasando la página porque ahora le corresponde a los organismos de seguridad cuidar estas elecciones, me parece gastar tiempo respondiendo a una caterva de sinvergüenzas, mejor proponer algo útil, aunque uno no sea candidato.
Por ejemplo, en materia de educación hay cambios obvios que no son los que piden quienes manejan el sector, en gran parte responsables del deterioro del sector.
Una educación para este siglo convulso debe tener en cuenta infundir al estudiantado la responsabilidad de mantener y proteger lo heredado, después de las violentas guerras del siglo XIX que diezmaron y empobrecieron a los venezolanos.
Es decir, nuestra geografía, pero añadiendo el potencial económico de cada región, incluyendo en el análisis al capital humano.
Con la historia también hay que hacer cambios y no para empequeñecer a Libertador, pero para que los acontecimientos que se sucedieron no estuvieran jalonados con puras batallas: ¡como si el venezolano de esos años no trabajara… no comiera… no comerciara!
El venezolano debe dominar bien nuestro idioma que nos permite viajar desde la frontera yanqui hasta Chile y Argentina, sin tener que aprender otra lengua. Pero también debe tener experticia en otros idiomas como el chino mandarín, y duélale a quien le duela, el inglés.
Ya para ingresar a la universidad, los estudiantes venezolanos deben aprender a cocinar cosas sencillas porque de otra manera sus hijos pensarán que todo se hace en microondas y economía doméstica.
Otro tema que se debería aprender en los estudios obligatorios por ley es la manera como se financia nuestro Estado, desde los impuestos municipales hasta el IVA.
Si el venezolano tiene poco respeto por este tema, tarde o temprano las finanzas colapsarán.
Algo de mecánica automotriz no está mal y menos aún entender cómo funciona una planta de energía solar.
Que los técnicos y especialistas preparen el pensum mínimo y que los alumnos lo rellenen con materias electivas.
Dejo de último el salario de los maestros y profesores porque implica ingresos bloqueados por las tales sancione de MCM y su combo, pero es una vergüenza que año tras año el Estado tenga que reparar a fondo escuelas y liceos como si en vez de jóvenes por esas instituciones pasaran malandros.
Esto tiene solución pero aquí paro… por ahora.
Domingo Alberto Rangel